Papá.

Ayer he llorado. Como todos los días durante esta semana. Siempre hay algún motivo por el cual las lágrimas se asoman y resbalan por mi cara haciendo que mis labios sean salados.
El motivo esta vez ha sido encontrar un jarrón con flores pintado con acuarelas por mi padre. Lw gustaba muchísimo pintar y sonreí al verlo otra vez más. Nunca me había fijado por completo en esa hoja. Ayer descubrí que debajo, en pequeñito, la hoja reza: Para mi hija, la "bruja". Firmado Fendetestas. Hospital Juan Canalejo. 30 de un año que no consigo recordar.
Mi padre. El amor de mi padre estaba en esa pequeña dedicatoria. Y he llorado. He llorado porque lo echo de menos y no puedo volver atrás para recuperarlo. De verdad que me gustaría hacerlo. Me pregunté el lugar de su existencia. A dónde van las personas buenas como tú, papá?

Por qué?

Por qué tú?

De qué sirve ser la buena de la película? Me espera una recompensa al final por todo esto? Siempre se dice aquello de hacer las cosas por los demás sin esperar nada a cambio. Y yo no pido nada. No a ellos. Le pido a la vida que se porte bien conmigo. Yo también quiero ser feliz como los demás. No he escogido ser mala porque tengo una conciencia muy tajante, pero podría decidir entre ser buena con los demás (y creo que intentándolo hago bastante) y ser pasota. Quedarme en un intermedio ya que ayudar al prójimo no me beneficia. Sólo como persona, pero necesito quel o vean otro tipo de personas pues sé que mis amigos ya lo ven. Personas como las que forman parte de mi familia y no conocen ni una milésima parte de mí, o mi futuro novio al cual creo no haber conocido puesto que mi recompensa por todo esto es quedarme sola.

Uno más en la familia.

Alguien con quien compartir sonrisas, locuras, algo nuevo. Algo diferente. Alguien que sorprende cada día. Alguien que no nos pide nada. Alguien que está y a quien observaremos atentamente. Alguien que nos hará reir. Alguien que nos hará decir "ai qué monada!" Alguien que nos hará que hablemos con morritos, alguien que nos pedirá que le enseñemos, alguien que aprenderá de la vida. Alguien nuevo. Alguien en el mundo. Un bebé. Y se llama Javi. Es mi primito y ha decidido llegar hoy.

Despacito se va haciendo el caminito.

Avanzaba con una lentitud insoportable. Utilizaba segundos, minutos y horas para dar un simple paso. Quizás necesitaba días, meses e incluso años. Aquello era desesperante. Caminaba lento. Ya no era la misma desde entonces. Ya no volvería a serlo nunca jamás. Lenta siempre lenta. Era mejor así. Sin pausa, pero sin prisa, mejor lenta que parada. Maduraba lentamente, pero lo hacía con firmeza. Ahora sabía que tras las murallas que había logrado construir y tras las que había conseguido ocultarse ya no podrían hacerle daño. Le había llevado años dar ese paso... Ese paso que significaba esconder su corazón.

6.

Que la vida son dos trazos y un borrón...

cero posiblidades

Cualquier persona es mejor que yo.
Hay 100.000 chicas que me dan mil vueltas.
Así que por qué iba a ser yo en la que se fijase él?
No tiene sentido.

3.

La última vez que me dieron un beso así no sucedió nada después.