miércoles, 14 de julio de 2010

Sabes qué tienes que hacer?

Haz que cada día en el hospital sea bonito. Cuéntale un cuento, apriétale la mano
pasea con ella por esos pasillos. Haz lo que no hice yo, Azu. Hazlo con tu abuela. Repítele mil veces que la quieres, díselo para que no se olvide en los últimos momentos. Dile que no sabrás qué harás sin ella. Pregúntale cosas que no sepas sobre ella, para luego no quedarte sin respuestas. Despídete todos los días que vayas a verla dándole un beso en la frente muy fuerte, despídete siempre como si fuese la última vez, porque no sabes si el día de mañana la volverás a ver.
Si estás segura de que no volverá a casa, apóyala, mímala, cuidala, háblale, hazle sonreir, cuéntale cosas tuyas que no le contarías a nadie, para que se vaya tranquila, para que sepa que confías en ella, para que sepa que la quieres.
Haz todo eso, y cuando se vaya no te arrepentirás de nada, lamentarás su ida, pero no estarás como yo, arrepintiéndote por no estar, por no despedirte. No hice nada de esto por mi padre. No sabía que se acercaba su último momento, yo era una niña pequeña y tonta. Tú sabes lo que hay, sabes qué pasará. Debes de ser valiente y fuerte, no dejarte amedrentar por nada, tienes que luchar por hacerla sonreir mientras sigue aquí porque no sabes qué le deparará su muerte, a dónde se irá. Lo siento, pero debes de ser fuerte delante de ella para que ella lo sea también, para que nazca el valor en su interior y se de cuenta de que su nieta la levantará si se cae, eso le dará coraje.
Y después, después, más tarde, cuando ocurra, debes de seguir con tu vida. Debes caerte para poder levantarte. Todos somos seres humanos, no somos de piedra así que sufrirás, lo pasarás mal. Sé que reaccionarás a tu manera, quizás te encierres en casa y no nos dejes ayudarte. Pero todos estaremos a tu lado para apoyarte, para escucharte las veces que te haga falta, para ayudarte, para dejar que llores, para dejarte tu espacio... Para lo que necesites.
Son tiempos difíciles, por eso las amigas es cuando más debemos estar a tu lado, para darte el valor que necesitas para continuar. Tú has estado a mi lado cuando lo he necesitado, ahora me toca a mí. Y sabes que voy a estar, vaya si lo estaré. Siempre, Azu, porque te quiero mucho y no te mereces que el mundo te haga esto. Seguiré caminando contigo de la mano, a nuestros caminos les falta mucho para separarse, quizás les falta una eternidad porque no veo el momento en el que lo hagan. Sigo y seguiré estando aquí. Pase lo que pase.

2 comentarios:

  1. Sabes, siento que me pasa lo mismo, me arrepiento de muchas cosas que no hize en los ultimos días de mi madre...

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  2. Lo siento mucho, Sort. Es duro arrepentirse, pero bueno, al menos sabemos que para la próxima lo haremos mejor. A mí me pasa lo mismo con mi padre.

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